Una calificación baja que revela graves deficiencias en la seguridad vehicular en América Latina. ¿Qué implica para los conductores, fabricantes y gobiernos?
Escuela técnica09/06/2025
CAM
Recibir una estrella del Latin NCAP no es un simple dato técnico. Es una advertencia clara y contundente sobre el nivel crítico de inseguridad que puede representar un vehículo en caso de accidente.
Para muchos consumidores, la estética o el precio pueden ser prioritarios, pero ignorar la calificación en seguridad puede tener consecuencias fatales.
Este artículo surge luego de conocerse los resultados de los test que se le realizaron al Peugeot 2008 fabricado en Argentina que recibió sólo 1 estrella en seguridad según el Latin NCAP y encendió las alarmas de los clientes pero al mismo tiempo surgieron dudas sobre qué significa esta calificación.
El Latin NCAP (Programa de Evaluación de Vehículos Nuevos para América Latina y el Caribe) es una iniciativa creada en 2010 con el objetivo de informar a los consumidores sobre el nivel de protección que ofrecen los autos nuevos.
Se trata de un programa independiente y sin fines de lucro, alineado con los protocolos de las Naciones Unidas y con metodologías reconocidas internacionalmente.
Su sistema de evaluación otorga entre 0 y 5 estrellas a los vehículos testeados, contemplando cuatro ejes clave:
- Protección de ocupantes adultos
- Protección de ocupantes infantiles
- Protección a peatones y usuarios vulnerables
- Tecnologías de asistencia a la conducción.
Un vehículo con una sola estrella ha demostrado un desempeño muy pobre en las pruebas de seguridad. Aunque no equivale automáticamente a una condena de muerte para los ocupantes, sí implica que, en caso de colisión, existe una alta probabilidad de sufrir lesiones graves o fatales.
Esto se refleja en las pruebas que incluyen choque frontal a 64 km/h, choque lateral a 50 km/h, evaluación de tecnologías de prevención (como el Control Electrónico de Estabilidad) y protección a peatones desde 2020.
En términos prácticos, una estrella indica que el vehículo no cumple adecuadamente con los mínimos estándares de protección en al menos uno de estos aspectos. A menudo, estos modelos carecen de equipamiento fundamental como airbags, frenos ABS o control de estabilidad.
A diferencia de otros organismos, Latin NCAP testea la versión más económica de cada modelo disponible en el mercado, con el fin de reflejar la realidad de la mayoría de los compradores de América Latina.
Esto responde a una lógica inclusiva: quienes tienen menos recursos no deberían estar condenados a automóviles más inseguros.
Además, algunos fabricantes optan por mejorar el equipamiento de seguridad solo en versiones más caras, dejando sin protección suficiente a los consumidores con menor poder adquisitivo.
Los modelos se seleccionan a partir de estadísticas de ventas regionales. Latin NCAP compra los vehículos en concesionarios comunes, como cualquier ciudadano, y realiza los tests en laboratorios de alto nivel como el del Automóvil Club Alemán (ADAC) en Múnich, Alemania.
Aunque existe un programa de pruebas voluntarias para fabricantes, incluso en esos casos se testea también la versión base del modelo.
Contrario a lo que podría pensarse, una mala nota no se borra ni se oculta. Aunque el fabricante mejore el vehículo en lotes posteriores, el resultado anterior sigue vigente y se publica con el número de VIN y fecha correspondiente.
Estas calificaciones han generado presión pública, y en más de un caso han obligado a los fabricantes a mejorar sus modelos para evitar el desprestigio de aparecer con 0 o 1 estrella en informes públicos.
Latin NCAP recomienda adquirir vehículos que cuenten con al menos 4 o 5 estrellas, además de equipamientos como:
- Doble airbag frontal y lateral
- Control Electrónico de Estabilidad (ESC)
- Frenos ABS
- Cinturones de seguridad con pretensores
- Anclajes ISOFIX para sillas infantiles
- Protección a peatones
- Sistemas avanzados como frenado autónomo de emergencia (AEB), detección de punto ciego, limitador de velocidad y asistente de mantenimiento de carril
Porque puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Una estrella revela que el vehículo no está preparado para proteger adecuadamente a sus ocupantes y a los demás usuarios de la vía.
Esta información empodera al consumidor, fomenta regulaciones más estrictas y obliga a los fabricantes a elevar sus estándares.
Comprar un auto con una estrella en Latin NCAP no es una decisión sin consecuencias. Implica aceptar un riesgo elevado, que podría evitarse si se prioriza la seguridad sobre otros factores.
En un continente donde los accidentes de tránsito son una de las principales causas de muerte, la seguridad no debería ser un lujo, sino un derecho.
En su portal oficial declaran que el Programa de Evaluación de Vehículos Nuevos para América Latina y el Caribe (Latin NCAP) brinda a los consumidores información independiente y transparente acerca de los niveles de seguridad que ofrecen los diferentes modelos de vehículos del mercado.
Aseguran que Latin NCAP basa sus pruebas en métodos internacionalmente reconocidos y califica entre 0 y 5 estrellas integrando cuatro aspectos de evaluaciones en áreas clave: Protección de Ocupante Adulto, Protección de Ocupante Infantiles, Protección para Peatones y Usuarios Vulnerables de las Vías y Tecnologías de Asistencia a la Conducción.
Latin NCAP comenzó en el año 2010 como una iniciativa y en 2014 fue establecida como una asociación bajo el marco de una entidad legal.
Especifican que Latin NCAP tiene como objetivos:
Brindar a los consumidores de América Latina y el Caribe evaluaciones de seguridad independientes e imparciales de los vehículos nuevos.
Alentar a los fabricantes a mejorar el desempeño en seguridad de sus vehículos a la venta en la región de América Latina y el Caribe.
Alentar a los gobiernos de América Latina y el Caribe a aplicar las regulaciones exigidas por la ONU referentes a los ensayos de choque para los vehículos de pasajeros.
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